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Felicitaciones navideñas de Terry Pratchett :)
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hardhead
Targetmaster Autobot / Decepticon
hardhead
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#1•29/Dic/2009, 09:31

Es un artículo de hace 22 años, en el que habla de ciertos robots...


La traduccion no es mia, sino de torredelarte, y ha aparecido en el número especial de"el puercoespin", de  la legion extrangera Klatchiana. Es un newsletter para los fans de Terry Pratchett.


                       NAVIDADES ALIENÍGENAS

       El siguiente texto apareció en el número 50 de Ansible,
      el boletín del escritor David Langford, correspondiente a
        los meses de agosto/septiembre de 1987. Lo pronunció
      Terry Pratchett después de una cena en Beccon, hace solo
     22 años y medio. El texto original se puede encontrar aquí:
             <http://news.ansible.co.uk/alienxms.html>


Qué gran idea, ¿verdad? Mucho mejor celebrar la Navidad en esta épo-
ca del año que a finales de diciembre, cuando las tiendas están siem-
pre llenas de gente. Me recuerda a los discursos navideños de la Rei-
na a toda la Commonwealth, allá por los 50, con la estampa tradicio-
nal de los australianos comiendo gambas congeladas, pavo asado y pudín
de Navidad en la playa de Bondi. Siempre había un árbol de Navidad
plantado en la arena. Estaba decorado con lo que ahora pienso que es
vómito.

La semana pasada me tocó una especie de galletita de la fortuna don-
de decía "Tu rol es el de Comilón". Me pareció genial: me gustan los
juegos de rol, nunca había sido un Comilón, me pregunto cuántos pun-
tos de vida tiene. Y después vi otro mensaje debajo donde ponía que
a las 22.00 mi rol sería Orador Post-Cena Navideña, algo que solo
cabría encontrar en la peor mazmorra: un monstruo que se tambalea,
con una camisa blanca con adornos, mientras busca a gente que lo es-
cuche. Tres horas después, los exploradores aparecen petrificados de
aburrimiento, con el café congelado y la chocolatina de menta derre-
tida en las manos.

Todo esto me recuerda por qué dejé Dungeons & Dragons. Había dema-
siados monstruos. En los viejos tiempos podías ir a una mazmorra sin
encontrar mucho más que algunos orcos y hombres lagarto, pero de re-
pente todo el mundo empezó a inventarse monstruos y al poco tiempo
resultaba que, llevando una maldita espada mágica, lo que realmente
necesitabas para ser un aventurero de verdad eran los quince volúme-
nes de la Guía sobre Mostruos de Marcus L. Rowland y la capacidad de
leer muy, muy rápido, porque si no eras capaz de reconocerlos desde
fuera te encontrabas rápidamente con la oportunidad de echarles un
buen vistazo desde dentro de sus amígdalas.

En fin, ese papelito decía que me tocaba hablar sobre Navidades
Alienígenas, lo cual me venía bien porque siempre me gusta saber de
qué tema me voy a desviar. Lo intentaré; he sido muchas cosas malas
en la vida aunque, gracias a Dios, nunca he sido muy fan de "Los 7
de Blake".

En cualquier caso, las Navidades ya son bastante alienígenas por sí
mismas. Es curioso, pero cuando ves imágenes de Santa Claus siempre
lleva los mismos juguetes en el saco. Un osito de peluche, una muñe-
ca, una trompeta y una locomotora de madera. Siempre. Algunas veces
también lleva algunos bastones de caramelo a rayas rojas y blancas.
No sé por qué, pero nunca se ven en las tiendas, y si algún niño pi-
de una locomotora de madera hoy en día, significa que vive en el fon-
do de un agujero en una isla desierta y que nunca ha oído hablar de
la televisión, porque las últimas Navidades mi hija recibió un mon-
tón de juguetes (algunos coches, un avión, cosas así) y no se pare-
cían a aquello en absoluto. Todos y cada uno de sus regalos eran ro-
bots.

Y no simples robots. Conozco el aspecto que deben tener los robots;
de niño tuve un robot. Se veía que era un robot: tenía dos ruedas
dentadas en el pecho y los ojos se le encendían cuando le retorcías
la llave, lo cual es normal, ya que le pasaría a todo el mundo. Y
también tenía un Robot Mágico... bueno, todos tuvimos uno, ¿no? Y
cuando nos hartábamos de la autosuficiencia con que se paseaba por
su espejo y acertaba todas las respuestas, las arrancábamos para co-
locarlas de otra forma porque nos salía de las narices. Si es que
éramos unos demonios.

Pero estos nuevos robots son subversivos. Son robots camuflados.

A nuestro alrededor se está librando una especie de guerra robot.
Yo aún no la acabo de entender, aunque parece que los críos están
increíblemente bien informados sobre el tema. Parece que los robots
buenos se distinguen de los malos en que los buenos tienen cabezas
humanas, algo como aquella escena de "Saturn Five", ¿os acordáis?
Esa en la que al robot se le ocurre que la mejor forma de parecer
humano es cortarle la cabeza a algún humano y clavarla en su antena.
Todos los robots tienen la misma pinta que un jugador de fútbol ame-
ricano recién atropellado por un Volkswagen.

Van por ahí salvando el universo de otro puñado de robots, enten-
diendo "salvar el universo" como "grandes batallas láser". El uni-
verso no tiene muy buena pinta después de que lo salven, pero, qué
narices, está salvado.

De todas formas, ninguno de sus regalos parecía lo que debería pa-
recer. Una colección de rocas de plástico resultaron ser Señores
Roca, con nombres excitantemente rocosos como Pedrusco y Pepita.
Sí, otro hatajo de putos robots. De hecho, la única cosa navideña
que había en nuestra casa era el nacimiento, y no estoy convencido
del todo de que, pulsando un botón, María y Josoide no fueran a lu-
char por su dominio contra los Tres Reyotes.

El más raro de todos, sin embargo, era Kraak, Príncipe de las Tinie-
blas. Por 14,95 libras debe de ser una ganga de príncipe de las ti-
nieblas. Es un zoide, probablemente del planeta Zoide de la galaxia
Zoide, porque aunque los modelos son bastante buenos, el argumento
que tienen detrás es una mierda, el equivalente en la ciencia ficción
a una hamburguesa de McDonald's. Pero me gusta el bueno de Kraak, aun
así, porque solo tardamos toda la mañana del día de Navidad en montar-
lo. Está hecho de plástico rojo y gris, un auténtico milagro tecnoló-
gico del poliestireno, y tiene el mismo aspecto de un pollo que lle-
ve muerto, digamos, unos tres meses. Métele dos pilas por su culo de
robot y empieza a aterrorizar a todo el universo, tal y como asegura
el anuncio, y lo hace así: camina unos veinte centímetros muuuuuuuuy
lentamente, dando pena, mientras se le retuercen docenas de pequeños
pistones de plástico, y entonces se cae.

Kraak tiene ese instinto de supervivencia que hace a un piloto kami-
kaze parecer un voluntario de seguridad vial. No sé cómo será el te-
rreno allá en Zoide, pero le resulta bastante difícil desplazarse por
la típica moqueta de dormitorio. Aunque no me sorprende que aterrori-
ce a todo el universo: debe ser bastante aterrador que te caigan en-
cima toneladas y más toneladas de robot de guerra, con sus piececitos
dando vueltas tristemente. Te entran ganas de suicidarte por solida-
ridad. Ah, y tiene otra arma diabólica: se puede arrancar la cabeza
y colarla debajo del sofá. Eso sí que da miedo. Lo hemos probado con-
tra otros zoides, y puedo deciros que la tecnología de los robots de
combate consiste, básicamente, en caer delante de su adversario para
intentar que tropiece. Es una tarea difícil porque el instinto natural
de todos los zoides es caerse tan pronto como apartas la mano.

Pero incluso Kraak tiene problemas comparado con un robot que nos
enseñó un vecino orgulloso. Un Transformer, creo que era. No está
construido solo como un coche o un avión, es una flota entera de ve-
hículos que, en cuanto amenaza el desastre, se arman formando una
única gran máquina de guerra. Esa es la teoría, al menos. Apuesto a
que en el momento de la verdad esa puta cosa deberá afrontar la ba-
talla a medio montar porque su torso lleva retraso en el aeropuerto
de Gatwick y su pierna izquierda está en un atasco a las afueras de
Luton.

Hace poco vimos "Santa Claus: la película". ¿Alguien la ha visto?
Bastante espantosa; la única risa es cuando aparentemente dejan que
el reno esnife coca para conseguir despegar. No me extraña que Ru-
dolf tenga el hocico rojo si se pasa media vida con un rulo dentro.

De todas formas, deberíais ver el taller de Santa Claus. Justo como
pensaba. Cada maldito muñeco está hecho de madera y pintado con co-
lores chillones. Es posible, y de hecho supongo que es probablemente
inevitable, que si accionas el interruptor correcto de los balanci-
nes o las encantadoras muñecas de madera, también se conviertan en
robots, pero lo dudo. Examiné cuidadosamente el lugar y no había una
sola máquina de moldeado de plástico. Ni uno solo de los elfos tenía
pinta de saber por qué lado coger un soplete. No vi ninguno de los
juguetes verdaderamente tradicionales. Ni Rambos, ni modelos de plás-
tico de Karate kid, ninguna de esas raras máquinas didácticas diseña-
das para enseñar a tu hijo a hablar como un controlador de la NASA
con sinusitis y una edad mental de cinco años.

Bueno, pues tengo una teoría para todo esto. Básicamente, es que los
Santa Clauses son específicos para cada planeta y nosotros tenemos
el que no nos tocaba.

Sospecho que fueron las pruebas nucleares a principios de los 50 las
que se cargaron el, ya sabéis, el tejido del tiempo y el espacio.
Las pruebas secretas en el polo norte abrieron un, bueno, una espe-
cie de agujero interdimensional, y todo lo que hace Santa Claus se
desvía de alguna manera a Zoide o a donde sea, y a nosotros nos lle-
ga todo lo que hace el otro, y como es un robot de plástico, solo
fabrica cosas que se le dan bien.

Los que lo deben llevar peor son los niños de Zoide. Se levantan la
mañana de Navidad, se desenchufan de sus unidades de recarga, traque-
tean hasta el final de la cama (parando solamente para caerse un par
de veces) disparándose juguetonamente sus lásers de la megamuerte,
echan un vistazo en sus recintos portátiles de almacenamiento y ¿qué
encuentran? No son los instrumentos del caos de juguete que esperaban,
sino trenes de madera, trompetas, muñecas de trapo y esos bastones
blancos y rojos que nunca ves en la vida real. Juguetes que no nece-
sitan pilas. Juguetes que no hay que montar. Juguetes con barniz en
vez de plástico. Juguetes alienígenas.

Y debido a esta cosa increíble del espaciotiempo bidireccional, nues-
tros niños reciben el resto. Rarísimos Masters del Universo de plás-
tico que son a la imaginación lo mismo que la lija a un tomate. Ju-
guetes alienígenas. Quizá esté hecho a propósito, para convertirlos
a todos en Zoides. Como dice la canción, mejor andarse con ojo...

Aunque de todas formas, no creo que funcione. Eché un vistazo en la
casa de muñecas de mi hija. El bueno de Kraak anda por allí desde que
se le gastaron las pilas y sus megacañones se desmembraron. Mr. T lle-
va ahí ya un par de años, desde que mi hija descubrió que le entraba
la ropa de Barbie, y en el baño vive una extraña mujer gato de plás-
tico.

No sé por qué, pero lo que vi me llenó de esperanza. Kraak estaba
tomando el té con un perro mecánico, dos Playmobils y tres muñecas.
No estaba intentando fulminar a nadie. No importa con qué nos bom-
bardee Santa Claus, podemos con él...

Y ahora vuestros papás y mamás vendrán a llevaros a casa. No os ol-
vidéis de llevaros los globos y los cotillones, y recordad que Papá
Noel pronto estará repartiendo regalos a los niños y niñas que ha-
yan sido buenos y se lo hayan ganado.

                                                               -+-
                                                  Terry Pratchett.

Firma en proceso de construc(ti)con
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Owen_Ojo_De_Lobo
Alto Consejo Cybertroniano
Owen_Ojo_De_Lobo
Alto Consejo Cybertroniano
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#2•29/Dic/2009, 11:29

Muy bueno... ;)

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hardhead
Targetmaster Autobot / Decepticon
hardhead
Targetmaster Autobot / Decepticon
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#3•29/Dic/2009, 12:52
Escrito originalmente por Owen_Ojo_De_Lobo

Muy bueno... ;)

Si verdad? geniales las referencias a los rock lords y a los gestalts! jejeje.

Firma en proceso de construc(ti)con
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Sutasukurimu
Alternator / Binaltech
Sutasukurimu
Alternator / Binaltech
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#4•29/Dic/2009, 19:40

Ja :D, está mega friki la carta esta, :D, muy bueno, sí, muy bueno.

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LORD-STARSCREAM
Soldado Autobot / Decepticon
LORD-STARSCREAM
Soldado Autobot / Decepticon
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#5•30/Dic/2009, 04:46

esta genial buen aporte hard

TALVEZ AGUN DIA TENDRE... MI REINO
ayudame a hacerme mas fuerte!!!
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Byjana
Alto Consejo Cybertroniano
Byjana
Alto Consejo Cybertroniano
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#6•09/Ene/2010, 20:36

Tenía que ser de terry pratchett, me encanta!!! :D

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