Buffff....
Bueno, al fin me he recuperado un poco, he podido dormir mis buenas horas y me siento con ánimos redactores, así que ahí va esto.

Resulta que Dececon y yo comentamos hace tiempo la posibilidad de hacer un viaje juntos. Esto surge de una paranoia mía, recorrer España entera en coche, visitando a todos los foreros que pudiera. Obviamente eso es imposible, pero la posibilidad de visitar al menos un trozo sí era viable, y Dece se apuntó. Agosto nos pareció adecuado, más que nada por el tema de vacaciones, y lo de visitar foreros era inabarcable en una semana (y menos en verano, con todo el mundo escapado), aunque al final secuestramos un día a Byjana, muy a mano para un viajecito que teníamos en mente.

Pues nada, empezamos la jornada el Viernes 10, hicimos noche en Zaragoza, y el Sábado ya empezamos a ejercer de turistas. Lérida capital fue el primer punto, y aunque no nos gustó demasiado, sí nos proporcionó interesantes recuerdos, especialmente la maldita torre de la Seu Vella. Aquí el gentil Dece nos señala el cartelito de marras...



Y esta es nuestra opinión del asunto...



La verdad es que estaba bien alta.



Ya por la tarde nos dirigimos hacia el Valle de Bohí, compuesto por 9 ermitas románicas, Patrimonio de la Humanidad. Había que verlo, ¿no? Muy bonitas de ver, ciertamente, todas del mismo estilo, pequeñas y simpáticas. Lo malo es que se nos echó la noche encima (gracias a que tardamos un huevo en llegar debido a una carretera pésima), y tuvimos que pasarla en un hostal cutre donde nos clavaron a placer. Bueno, una ermita de muestra.



El Domingo empezamos por rematar las ermitas, que se nos habían quedado a medias. Más tarde nos fuimos al parque natural de Aigüestortes, donde hicimos una ruta a pie, lo justo para ver un bonito lago, una cascada y volver corriendo porque empezó a diluviar.



El resto de la jornada es mejor ni comentarla. Tres horas metidos en el coche, por una carretera infernal y una lluvia que apenas dejaba ver. Para colmo había bastante tráfico, y la gente se vuelve inútil con la lluvia. Vamos, que tardamos el doble de lo previsto y no pudimos hacer más que dormir y ya.

El Lunes amaneció nublado, dubitativo, por lo que en vez de ir a la playa, el común de los turistas agarró el coche y saturó las carreteras. Un par de veces nos vimos morir debido a la manifiesta inutilidad del 80% de los conductores, hasta un autobús estuvo a puntito de aplastarnos como a una vulgar nuez. En fin. Empezamos la jornada visitando el monasterio de San Pedro de Rodes. Precioso, espectacular e inevitablemente cerrado. Me cago en los Lunes y su manía de cerrar todo. ¿Pero es que tiene sentido hacerlo en los meses de mayor turismo?



Menos mal que no cerraron las ruinas de Ampurias. Es una antigua ciudad griega, luego romana, de la que quedan bastantes vestigios en pie. No tiene mucho sentido que os ponga fotos, porque es más bien ir, verlo e imaginar cómo habría sido. Sin embargo, no puedo dejar de poner una muestra...



... o mejor dos, porque, queridos niños, debéis saber que los miembros (nunca mejor dicho) del TanaTeam llevan actuando desde hace 2000 años. ¿No lo creéis? Pues nada, observad estos vasos.



No, no los vendían, una pena. Qué buenos para sacárselos a la suegra por Navidad...

Después, y gracias a la inestimable ayuda de la guía Campsa 2005, que está hecha con el culo, nos perdimos un buen rato buscando el poblado íbero de Ullastret. Nuestro jolgorio y gozo tras descubrir que también estaba cerrado causó en nosotros una tendencia a asesinar directivos de la Generalitat. Lástima que no se pusieran a tiro. Por suerte la jornada era larga y teníamos cosas de sobra para ver. Los pueblos medievales de Peratallada y Pals se revelaron especialmente bonitos y anecdóticos. En Peratallada se habían montado un aparcamiento "vigilado" a dos Euros por coche, prohibiendo aparcar en todo el resto del municipio. Comprendo que exploten al turismo, y viendo que su otra técnica no era efectiva, de algo tenían que vivir. El otro negocio eran los restaurantes. Vamos a ver, que sí, que España es el país con más bares por habitante, pero un pueblo donde solo y exclusivamente hay bares, restaurantes y hoteles es sencillamente estúpido. Bueno, finalmente encontramos una tienda de souvenires, pero lo que costó.



Pals era un pueblo del mismo estilo medieval, y dado que en esta ocasión no había aparcamientos: ¿cómo sacar dinero al turista? Esto ya bate todos los extremos del surrealismo. Estamos tan panchos por ahí viendo cosas, entramos en una iglesia y nos deslumbra una luz blanca. No, ni era Dios ni habíamos visto la luz. Era... ¿¡una máquina de Coca-Colas!? Peor todavía.



Tras semejante trauma dejamos el turismo cultural y nos fuimos un poco más hacia la costa. Aunque era tarde nos dio tiempo para echar un rato en la cala Sa Tuna, en Begur, una auténtica preciosidad natural. De piedra, pequeña, calma como una bañera, y con un encanto particular. Fue un buen momento de relax (y había unas tías por ahí que....)



Nuevas amenazas surrealistas se cernían sobre nuestras cabezas. El Martes fuimos a Gerona, preciosa ciudad, tal vez la más bonita de Cataluña. El casco histórico es sencillamente impresionante, no menos que sus constantes y delirantes escaleras. Arriba abajo, abajo arriba, un día sí y otro también. Acabamos con las piernas como troncos.



Casi que lo más bonito era pasear por la ciudad en sí, aunque los monumentos dejaban momentos interesantes, como las gárgolas de la catedral...



... o esta desquiciante estatua dentro de unas termas árabes. Sin comentarios.



Al final las escaleras nos pasaron factura mental, como se puede apreciar en este poético y emotivo vídeo.



Lo siguiente que nos tocó fue Tarragona, o como dirían los antiguos romanos, Tarraco Nova. Desde luego su presencia en el lugar es más que apreciable, y ha dejado todos estos bellos monumentos (entre muuuchos otros).



No menos bello fue un momento que vivimos esa misma tarde. Resulta que era Miércoles, día 15, fiesta nacional, y estaba todo cerrado (jajaja...), pero también eran las fiestas mayores de la ciudad. Aunque daban bastante pena (parecía un programa para ancianos, lo más entretenido un campeonato de mus), tuvimos la suerte de ver a unos castellers, y eso sí que mereció la pena. Impresionante.



Y llegó el Jueves...
El día que habíamos quedado con Byjana para hacer la excursión friki de rigor para cualquiera que pase por Tarragona. Cogimos el coche, pasamos por Salou a por Byji, y enfilamos hacia la urbanización Mas de Plata, cerquita del Pla de Santa María. Allí se encuentra el dios-demonio, el más poderoso robot sobre la faz de la Tierra, el inimitable Mazinger-Z.





Como buenos frikis nos hicimos las fotos de rigor. Aquí estoy yo demostrando que no es para tanto.



Jana repartiendo amor (o frotándose como un gato...)



Y el Dece insinuándose chenchualmente.



Y poco más. El resto del día estuvimos en la playa (Jana y yo hacíamos castillos de arena mientras la gente nos miraba raro) y visitando una cantera romana (de donde sacaban todos los pedrolos para hacer tanta historia). Allí Dece encontró su piso de protección oficial, gracias a la generosa ministra Trujillo. ¡Macho, haz fiesta que hay que inaugurarlo!



Y para terminar el día, y como estábamos muy cariñosos, un concurso de amoríos y carantoñas en Salou. Jana y Dece empezaron con buen pie...



Jana y yo derrochamos ternura para nuestra foto.



Pero donde hay amor, hay amor, y aquí está esta foto para demostrarlo. Qué bonito, qué poético, qué par de idiotas



Y eso fue todo... Nos despedimos de Jana, agarramos el coche...



...y nos volvimos para casa. Una paliza de viaje, una semana entera de coche, de levantarse a las 7, de estar todo el día andando y visitando monumentos, y de acostarse tarde en pensiones baratas para levantarse destrozados. Eso sí, ha merecido la pena y nos lo hemos pasado como enanos.

Y les dejamos cooon ¡las fotos chorraaaaaas!



Para terminar, y a petición de Dece, la toma falsa del vídeo de las escaleras. Sencillamente vergonzoso.