Muy buena tu aclaración, gracias. Yo lo que he visto de su cultura ha sido a través de las series de animé que vi en su momento, donde se ve claramente el tema de las zapatillas de baño y casa y que también usan en la escuela los estudiantes. También había escuchado eso de que son reservados. La verdad tienes razón con eso de que en la tele se ven ridículos jaja recuerdo algunos programas que he visto por allí y realmente se ven como idiotas.

Si, se ve que mantienen la cordialidad y el respeto hasta que estan en una situación donde pueden rebelarse como tu dices, vease en la tele, borrachos o a través del porno. Puff... sacan fuera lo que tienen reprimido quizas... como pasa con la violencia extrema en varias películas o series de animé.

Thanks again 

Día 5

Del quinto día tengo muy poquitas fotos. Nos amaneció lloviendo y no paró en todo el día y la cámara que llevaba no era precisamente para mojarla, por el precio y porque era prestada así que la mayoría de las fotos las tomé con el móvil. Sea como sea fue un día muy corto ya veréis porque.

Nuestro primer destino era Kinkaku-ji o el templo dorado. Sin duda el templo más bonito de todo el viaje y un lugar indispensable de visitar. Ya no solo porque el templo sea dorado, sino por el lugar donde está construido y los jardines que lo rodean.




Quizá os preguntéis por qué parece tan nuevo en las fotos. En realidad el templo original data de 1398 pero fue destruido por un incendio 1950. En 1955 fue reconstruido en lo que veis y, según dicen, es una copia exacta del original.

También hay un templo de plata en Kyoto pero unos españoles que estaban en el mismo hotel nos comentaron que salieron bastante decepcionados. Además este no tiene plata por ninguna parte por lo visto porque se quedaorn sin dinero durante su construcción.

La lluvia no hacía más que arreciar y nos estaba estropeando la visita así que los que compramos chubasqueros en Tokyo después de sufrir la anterior lluvia nos pusimos manos a la obra y éramos igual que condones humanos. Iba a poner una foto pero como que da vergüenza ajena. Si la queréis solo tenéis que hacerme una transferencia de 200 míseros euros y será vuestra!

De ahí nos fuimos al Ryoan-ji o el templo del dragón pacífico. Este templo es más conocido por tener el jardín zen más famoso de Japón. Además es el más enigmático de todos porque su creador se fue a la tumba sin explicar el significado de la disposición de las piedras que hay en él. Aunque yo creo que carecen de alguna explicación.



En el jardín hay 15 rocas de diversos tamaños y están colocadas de tal manera que solo se pueden ver un máximo de 14 desde cualquier ángulo. A pesar de lo aburrido que pueda parecer en las fotos me ha parecido un jardín muy bonito, más por el hecho de ser diferente y de ver por vez primera uno en vivo y no en fotos o miniaturas. Yo recomendaría visitarlo.

Por cierto que para entrar en este templo hay que hacerlo descalzo y con lo que llovía ese día y con los calcetines húmedos mis pies casi entran en hipotermia.



Aun sin parar de llover nos vamos al siguiente templo, y es que caminábamos por una carretera que pasa por diferentes templos. El siguiente fue el Ninna-ji que en comparación con el resto era de lo más normalito. Se nota que era gratis la entrada, para ver los jardines y tal había que pagar pero no entramos por culpa de la lluvia que cada vez iba a peor.



Nada especial que resaltar de este templo. Pero sí del día porque la lluvia empezó a convertirse en diluvio y el viendo cada vez soplaba más fuerte así que corrimos a refugiarnos a ver si paraba un poco.



Y de la que esperábamos veo al lado esta curiosa valla que me pregunto qué tendrá escrito...


El caso es que el diluvio no paraba entonces decidimos retirarnos al hotel porque empezábamos a parecer más patos que personas. Así que corriendo a la parada de taxi más cercana a toda leche sorteando charcos llegamos y a los pobres taxistas les dejamos los asientos como esponjas. Y hablando de taxistas. Sabéis que no he visto ninguno que baje de los 50 años? Sí, yo creo que allí para ser taxista tienes que tener muuuchos años de carnet.

Pues nada, hicimos una parada en un 7 eleven para comprar comida para comer en las habitaciones porque no estaba el día como para salir a buscar restaurantes y la mayoría nos dejamos el calzado de repuesto en Tokyo para la vuelta así que tarde de relax y sobre todo de secado de ropa. Nos ingeniamos este sistema.



Bueno, se lo ingeniaron los que tenían un aparato de aire acondicionado que se pudiera entender porque otros teníamos uno con un mando lleno de botones con kanjis y símbolos tan sencillos de entender como los geroglíficos egipcios. Así que nos repartimos el calzado por las habitaciones donde consiguieron que saliera aire caliente de sus aparatos. Sobra decir que esas habitaciones más tarde olerían a queso del bueno, del fermentado durante años XD

La pena es que teníamos planeado para ese día el bosque de bambú el cual nos dijeron que era precioso. Lo bueno es que aprovechamos el día para relajarnos y quitar el cansancio acumulado.

Que pasada de viaje... que envidia!!! Y de la mala, por supuesto, la envidia nunca es buena

Y si que caía agua, madre mia, una pena para este tipo de viajes. Precioso el templo, muy bonito.

Se me olvido comentar que cuando llegamos al hotel y pusimos la tele resulta que lo que vivimos fue un tifón que pegó un coletazo a la isla. Creo que el norte se llevó la peor parte pero a parte de que el viento causara algunos destrozos creo que no hubo ningún accidente fatídico. Aunque poco entendíamos de lo que decían lógicamente pero en las imágenes se veían solamente gente luchando contra el viendo con los paraguas, calles llenas de paraguas destrozados y algún que otro destrozo causado por el viento sin mayor importancia.

Día 6

Es curioso como en ese país un día te llueve a mares y el siguiente hace un sol estupendo. Por lo menos en Asturias eso no pasa, aquí el tiempo va cambiando poco a poco.

Así que el sexto día nos hizo un tiempo de maravilla, un poco frío pero soleado. Volvimos a quedar con Haru, la japonesa, que nos iba a llevar de excursión por Osaka.


El primer destino, la torre de Osaka. Dicen que en Japón no hay paro, y no me extraña nada. En la torre de Osaka había un tipo en la entrada del ascensor que lo único que hacía era dejar pasar al máximo número que podían entrar. Y luego había otro en el ascensor que lo único que hacía era pulsar el botón del piso al que íbamos. Aquí propones un trabajo así y se ríen de ti.


Sobra decir que las vistas eran alucinantes.


Curiosamente la salida a parte de tener la clásica tienda de souvenirs tenía un pasillo entero de máquinas de gashapones, donde metes 200 Yen y te sale una bola con una figura aleatoria de alguna serie. Y al lado tenían esta vitrina que aun no entiendo qué hacía ahí pero me gustó mucho.


Lo interesante es la balda de arriba con un Astroboy y el mítico Robby de la película "El planeta prohibido".
Y justo en la salida había este simpático dibujo de ya todos sabéis quién ^^


Cuando bajamos quedamos con un amigo de Haru que se apuntó a la excursión. Ni me acuerdo del nombre. El tipo nos contó que estuvo por España y por lo visto no desperdició ni uno de los días que pasó aquí porque nos dijo las ciudades donde estuvo ¡y resulta que se recorrió toda España!. Me hizo gracia una conversación que tuvimos con él en el metro cuando le estábamos preguntando sitios en Osaka donde comprar Gundam, y el chaval no sabía qué era Gundam lo cual me extrañaba porque allí estaba por todas partes. Entonces caí en que la pronunciación española no ayuda y fue cuando le dije "Kidou senshi Gandam" y ya fue cuando lo entendió con un sonoro "Kidou senshi Gandam!!!". Porque la pronunciación buena es Gandam, no Gundam y aunque parezca tontería solo con esa letra de diferencia ya no lo entendían. Pero es como si aquí te viene un japones preguntando por "Reon" cuando en Japón la "L" no se usa y se sustituye por la "R".
Total que quedó pendiente hacer una ruta friki pero antes había que visitar el castillo de Osaka.


Que sinceramente me resultó bastante decepcionante. Por fuera no, es precioso y el camino hasta allí muy vistoso porque tienes que cruzar un parque y allí no hay parque feo. Pero por dentro no solo estaba demasiado modernizado sino que todo lo que tenían expuesto era bastante aburrido. De lo poco que me interesó había esta impresionante vitrina llena de soldados a escala pintados a mano.



También merecía la pena el último piso que era un mirador. Y en el primer piso antes de la salida te podías probar ropa samurai entre ellas una Katana por 3€. Yo pasé pero algunos se apuntaron pero por desgracia las fotos donde salen no las pasaron todavía. Merecía la pena verla porque como buenos españoles que somos teníamos que dar el cante claro está XD

Yo preferí "vestirme" de esto que era más barato XD

Soy el de las gafas de sol para los que no me conocen

Cuando salimos del castillo ya era bastante tarde, sobre las 6 y media (allí a las 6 ya es casi de noche) y desgraciadamente el viaje a la zona de tiendas fue bastante largo y cuando llegamos ya estaban cerrando todas. Nos dio tiempo a entrar en un par y poco más, nada interesante eso sí pero una pena igualmente.

Esa noche nuestros compañeros japoneses nos llevaron a un restaurante de Ramen sino recuerdo mal. Debo decir que el Ramen está riquísimo y es una de las comidas tradicionales japonesas que no te puedes perder si viajas allí. Y comerlo con palillos no es tan complicado como parecía. Además allí sorber no es de mala educación porque sino sería muy difícil comer fideos.


Ahí ya nos despedimos definitivamente de nuestros colegas japoneses. Como ya habíamos cogido confianza ya podíamos hacer la despedida a lo español, estrechando la mano a los hombres y dos besos a las mujeres. Una auténtica pena. Una gente de lo mejorcito.

Hasta que pueda seguir con las crónicas del viaje no os podéis perder este vídeo que ha montado uno de los que fue con nosotros. Sencillamente genial, se me eriza el bello cada vez que lo veo.

Ahí podéis ver el cruce de Shibuya. Lo reconoceréis fácil porque es el que está lleno de gente y pantallas enormes. No hay vídeo o foto que represente bien el sitio. Hay que estar allí y vivirlo. También podéis ver el monorail que nos llevó a la isla de Odaiba. Es automático y no lleva conductor. Y el standing sushi bar, donde podéis ver como nos hacían unos "mayos" con soplete.

El que hace la croqueta en el parque con gafas de sol soy yo. Al otro seguro que lo reconocen algunos de este foro

Día 7

Este día fue un día de contrastes. Primero fuimos a una de las ciudades más tristes del mundo (aunque a la vez muy bonita), Hiroshima, y luego a una de las islas más preciosas de Japón, Miyajima.

A pesar de que ambas se encuentran en la misma prefectura había bastante distancia entre ellas y todo debía verse bastante rápido. Llegar a Hiroshima, visitar el punto cero, el museo y vuelta al tren a Miyajima, y verla antes de las 6, hora en la que los transbordadores atracan y no te queda otra que costearte un hotel de la isla.

Los veteranos fueron directamente a Miyajima y quedamos a media tarde con ellos allí. Según me comentó un colega que había viajado previamente a Japón Hiroshima le pareció la ciudad más bonita que veo en Japón. No puedo asegurarlo porque solo tuvimos tiempo de ver el punto cero.

Para llegar allí al salir de la estación nos cogimos el clásico trolebús el cuál es bastante gracioso por ciertas cosas. Primero porque aunque el trolebús se llenó de gente y vemos que el conductor sale ya pensando que era para avisar que no entrara nadie más. Pues no, el tipo salió para decir que sigamos entrando jajaja. Luego estuvimos estudiando la maquinita donde hay que echar las monedas que por lo visto lo único que hacía era dar cambio. Y hasta que vimos que no se pagaba hasta que te bajabas donde las máquinas de pagar estaban en las salidas pensábamos que viajábamos gratis.

Y por supuesto el trolebús es igual que el metro en el sentido de que los de las charlas y las risas éramos los extranjeros, porque lo que es los japonesitos no decían ni mu, a lo suyo.

Total que llegamos finalmente al punto cero. Allí se encuentra el famoso edificio llamado la cúpula de la bomba atómica. La bomba calló a unos 500 metros sobre el edificio siendo uno de los pocos que quedaron en pié. Después de muchos años debatiendo si derribarlo o no la ciudad eligió preservarlo.



Todas las risas y las charlas del trolebús se apagaron inmediatamente al bajar y ver el edificio. Se te forma una extraña sensación en el cuerpo, por lo menos a mi. De tristeza y de respeto. Me costaba hacer algún comentario.

La zona cero está llena de memoriales. Detrás del edificio hay un memorial en recuerdo a los niños que murieron en la explosión.


Cruzando el puente te encuentras en el parque de la paz y otro memorial con una campana con una grulla de papel.


Las vitrinas recogen grullas de papel donadas por diferentes escuelas alrededor del mundo. ¿Pero qué significa la grulla de papel? No lo sabes hasta que llegas al final del museo. Más adelante lo explico.

A continuación está el parque de la paz donde cada 6 de agosto de cada año (día en el que calló la bomba) se celebra una ceremonia en recuerdo a las victimas. En medio del parque hay un cenotafio que recoge el nombre de todas las víctimas de la explosión. A traves de él se ve la llama de la paz y la cúpula de la bomba atómica. La llama de la paz lleva encendida desde el año 1964 y no la apagarán hasta que se erradiquen todas las armas nucleares.



Entonces lo siguiente era el museo. Recomiendan ver el museo con los típicos cascos de museos donde te explican lo que estás viendo. Los hay en muchos idiomas incluido en español. Si no eres de estómago fuerte no recomiendo pagar por los cascos. Te explican cosas con demasiada crudeza. Sino yo también los recomiendo.

El museo tiene dos pisos. El piso de abajo explica la historia de la ciudad antes de la explosión y tiene dos enormes dioramas de la ciudad antes y después de la explosión. Recopila también una copia de cada carta que los alcaldes de la ciudad mandan a cada presidente de cada país cada vez que realizan pruebas atómicas. El segundo piso primero explica los países que tienen arsenales nucleares y datos sobre ellos. Una vez pasada esta parte cruzas un pasillo que simula los momentos siguientes a la explosión, con paredes derruidas a los lados y una luz ténue acompañada de luz roja simulando las llamas. Entonces cruzas una esquina y te encuentras con una casa derruida y figuras de cera de supervivientes con la piel quemada y colgando del cuerpo. Muy fuerte.

A partir de ahí son todo vitrinas que recogen restos de ropas de fallecidos donadas al museo y diversos materiales que sufrieron la explosión (metales retorcidos, botellas fundidas, paredes con las famosas sombras de Hiroshima...). Si llevas los cascos te explican cada vitrina con pelos y señales. De quién era la ropa y cómo encontraron a la persona que las llevaba. No se cortaban con los detalles y generalmente la ropa era de niños pequeños. Suena duro pero la intención es que salgas del museo con una mentalidad diferente, que te hagas una idea exacta de lo que la gente sufrió sin medias tintas. Después de ver algo así toda la gente que me ha dicho que esos sitios no deberían existir ni enseñarlos les digo claramente que se equivocan. Si no nos metemos en la piel de esa pobre gente nunca aprenderemos nada y seguiremos repitiendo la historia constantemente.

Justo a la salida del museo te encuentras las famosas grullas de papel. La historia dice que una niña tenía la habitación llena de estas grullas y le encantaba hacerlas. Sobrevivió a la explosión sin ningún problema, pero años más tarde sufrió de leucemia y falleció. A partir de entonces la grulla se convirtió en un símbolo. De ahí el memorial con las grullas.

Y de ahí nos fuimos a la isla de Miyajima. Hay 2 transbordadores yendo y viniendo de la isla sin parar hasta las 6, hora de cierre. La isla solo tiene el pueblo de Miyajima y lo demás son montes y naturaleza. En la playa tiene un torii muy famoso porque cuando sube la marea una porción queda sobre el agua.


A pesar de lo poco que hay para ver la isla es preciosa y merece mucho la pena ir. Un dato curioso es que el pueblo está lleno de ciervos campando tranquilmaente. Están acostumbrados a la gente y se dejan acariciar sin problema. Lo único es que no lleves nada que sobresalga de la mochila/maleta/bolso/bolsillo


Con todo eran la mar de majos estos bichejos.

De la que buscamos un sitio para comer encontramos un restaurante con estos dos.



Recuerdo que fue allí donde probé el arroz con curri. Bastante rico aunque picante. Merece la pena probarlo pero debo decir que comí mejores arroces.

Y de ahí nos fuimos a ver el torii.


Como teníamos el tiempo en contra había dos opciones. O ver el templo de Miyajima o subir al monte en teleférico donde hay unas vistas impresionantes y monos salvajes. Así que nos dividimos y yo fui de los que quiso ir al monte.

Para subir al teleférico puedes hacerlo a pata o en autobús. Si te gusta caminar y tienes tiempo de sobra puedes hacerlo a pata. Es una ruta bastante larga cuesta arriba. Si eliges el autobús hay uno que está subiendo y bajando constantemente y puedes montar gratis. El viaje no es apto para los que tengan miedo a circular por vías sin asfaltar muy estrechas. El conductor lleva toda su vida conduciendo por esos parajes y se sabe la carretera de sobra por lo que va rápido y convencido. Una vez arriba hay que coger dos teleféricos.



El problema fue que cuando llegamos empezó a nublarse y a llover. No pudimos disfrutar de las vistas en todo su esplendor por la bruma así que nos dio tiempo a hacernos un par de fotos grupales y a echar patas al teleférico sino queríamos acabar como sopas otra vez. Una pena no haber visto los monos salvajes.

Y a la vuelta vimos lo que os comenté del torii.


Y como llegamos a las tantas a Kyoto y reventados decidimos comprar comida en el 7 eleven y cenar juntos en el hotel. Sino recuerdo mal ese día hice mi segunda compra friki. En el 7 eleven tenían una sección de artículos rebajados donde había unas cuantas figuras de Gundam a 3€ así que me hice con una.



Pertenece a una linea llamada Gundam Standart que consiste en figuras de pequeño tamaño no articuladas pero muy detalladas. Una sin descuento cuesta unos 11€, un robo. Había algunas con bastante demanda que llegaban a los 20€ sueltas. No son más que gashapones un poco mejor detallados y un poco más grandes al fin y al cabo. 3€ me parece el precio correcto.

Día 8

Templos templos y más templos. Lo sé, me repito ya más que una buena fabada de mi tierra, pero no me arrepiento, todos fueron preciosos, Aun así voy a intentar no extenderme mucho con estos.

Primero fue el templo Heian, más conocido por nosotros como el templo de las zamburguesas. ¿Por qué? ya lo veréis. Este es otro de esos templos dignos de ver solo por su jardín. Inmenso y precioso. Y es que a veces parecía que estabas en medio de un bosque.





Nota aparte las impresionantes carpas que había en el lago del puente, enormes. Y si te asomabas al lago las jodías venían a ti porque deben estar acostumbradas a que les den de comer.

Lo de las zamburguesas viene por esto:


¿Ahora se entiende no? Bueno, si no has visto humor amarillo no XD Yo no pasé por ellas porque ahí el camino se bifurcaba y resulta que a mi me encanta ir a la contraria que la gente. Así que como vi que todos iban por un camino yo me fui por el otro que sabía que iba a dar al mismo sitio. Al final era un camino paralelo al de las zamburguesas así que aproveché a hacer fotos a los demás mientras hacían el tonto deseando que alguno resbalase de verdad para reírme un poco. No hubo suerte

De ahí nos fuimos al templo de Kiyomizu pasando por más y más templos y parques la mar de bonitos. Cuanto más nos acercábamos al templo más meigos veíamos. Las tías eran la mar de encantadoras porque si te veían hacerles unas fotos se quedaban posando.


El camino al templo se estrechaba más y se llenaba más de gente y de tiendas. Allí encontramos un par de tiendas de Ghibli que fuimos raudos a visitar yo y otro chaval como buenos fans. Ghibli es como Disney en occidente, merchandising bueno y bonito pero extremadamente caro. Yo quería un Totoro o un neko-bus pero los precios y el miedo a que abultara demasiado en el equipaje me hizo recapacitar. Pero a lo que no me pude resistir es a un par de aviones de la película de Porco Rosso. Enanos, muy detallados y con un imán incorporado. Ahora están "volando" por mi vitrina.

Volviendo al tema del templo, te gusten o no considero que este es indispensable de ver. Es bastante famoso y por lo visto apareció en algunos animes.

Al llegar a la entrada te encontrabas estos monjes que se pasaban horas y horas así como lo veis.


A la entrada hay dos bastones de monje de hierro que solo pueden levantarse ya que están enganchados a una base. Uno debe pesar unos 10Kg creo que menos y el otro me atrevería a decir que unos 100Kg. La idea es poder levantarlos y la verdad que fue la mar de divertido porque a los hombres no nos costaba nada levantar con una mano el pequeño y tuvimos que ayudar a alguna turista a levantarlo.


Pero más gracioso aun es cuando entre varios hombres del grupo decidimos levantar a la vez el grande y vemos que todos los turistas y nativos se dedican a lanzarnos fotos y aplaudirnos XD


A continuación hay un mirador muy bonito que más adelante veréis en detalle.


Luego están las piedras del amor. 2 piedras colocadas a unos 15m. sino me equivoco, y que consiste en que tienes que ir de una a otra con los ojos cerrados y diciendo constantemente el nombre de tu amor. Bastante difícil porque todo estaba lleno de turistas que se interponían en tu paso.


El mirador que os decía desde donde me hicieron la foto anterior.


¿Veis que el edificio se sostiene por vigas y soportes de madera? Pues todo está construido a presión, sin clavos ni nada parecido. Supuestamente donde hice esta foto hay otro edificio donde estaba todo totalmente oscuro y estaba prohibido encender alguna luz. Pasabas a través del edificio sujetándote a una cuerda. Por lo visto cuando nosotros fuimos estaba en obras.

Ya en la parte de abajo hay una fuente con 3 chorros que caen sobre ti. La leyenda dice que beber de cada uno te da un tipo diferente de fortuna pero si bebes de los tres te cae una maldición. ¡La maldición es pagar 3€ por beber agua, no me jod**! Pagar por entrar al templo no lo veo mal, al fin y al cabo necesita su mantenimiento, ¿pero pagar 3€ por beber?. Prefiero irme a una máquina expendedora por menos mística que sea XD


Cuando nos fuimos decidimos coger un taxi porque nos iba a salir más rápido y rentable. Craso error. Resulta que aquel día había una especie de fiesta de graduación de escolares o algo por el estilo. En España es normal encontrar en eventos así 3 o 4 autobuses. Allí dejamos de contar al llegar a 15. Incluso el taxista se sorprendió. El caso es que la única vía de salida del templo en coche era una carretera estrecha por la que no paraban de circular más y más escolares y una vez fuera había montones de autobuses provocando atascos. Lo mejor es que mientras estábamos parados en algún atasco muchos escolares miraban dentro del coche y en cuanto veían que éramos extranjeros nos saludaban con entusiasmo. Más majos que una cesta llena de gaticos.

Y de ahí nos fuimos a Fushimi-inari, o el templo de los toriis porque tenía varios caminos llenos de ellos. Recuerdo que al poco de llegar a la entrada comencé a emitir diversos sonidos de aspecto orgásmico a lo que mis compañeros dijeron "vaya!, a Iván le encanta este templo". Pero no era el templo no.


Dodge Challenger chavales. La primera vez que veo uno en vivo. Solo de verlo te apetece ponerlo a 200 y echar de la carretera a todos los pijos con sus M3 y Mercedes, y a los chavales con sus tunings paleros cual Mad Max.

Volviendo a Fushimi-inari.


A esto me refería con los toriis. Aquí hay que tener cuidado porque el camino se bifurca y las indicaciones no ayudan mucho. Por lo visto los veteranos fueron por el equivocado la última vez y acabaron en un pueblo a tomar por saco creyendo que el camino volvía al mismo sitio. Pero al final llegamos a un espectacular mirador.


Otro día más!

Día 9

A partir de aquí seguro que las crónicas suenan más interesantes a la gente porque comienza lo friki.

El noveno día volvimos a Tokio. Nos quedó varias cosas por ver de Kyoto, una pena. Llegamos a plantearnos levantarnos muy pronto para visitar el bosque de bambú antes de coger el shinkansen, pero estábamos reventados y decidimos dejarlo. Así que nada, vuelta a Tokyo de nuevo.

Una vez aposentados en el nuevo hotel de Tokyo nos marchamos a Shinjuku, al que yo llamo el distrito financiero por sus rascacielos y su ambiente... no precisamente de clase baja.






Ese día nos dividimos. Los fotógrafos se fueron a un rascacielos con unas vistas impresionantes y los frikis a buscar la tienda de Square/Enix. La verdad que a lo único que me he viciado de Square ha sido a los Front Mission y algún otro como el Deus Ex pero siendo tienda friki no podía resistirme.

Pues después de una buena caminata y preguntar a varias personas por fin llegamos.







Pero ¿cuál es el problema? Que si no te interesa Final Fantasy en 10 minutos ya viste la tienda. Y es que solo se centraba en Final Fantasy y Dragon's Quest, lo demás es lo que veis en las fotos. Yo buscando como loco figuras de Front Mission y lo único que había eran panfletos anunciando las figuras próximamente. La tienda tampoco era muy grande así que yo a los 15 minutos ya me aburrí y me salí a la calle a hacer fotos.

Luego ya nos juntamos todos y nos fuimos a comer a un sitio muy especial. De esos sitios que si no vas con gente que sepa ni te enteras. Resulta que te servían la comida cruda en un bol y tú tenías que revolverla hasta que se formase una masa pastosa con aspecto bastante asqueroso.


Una vez revuelto la echabas sobre la mesa que en realidad era una plancha donde freír la comida.


Parece fácil pero no lo es. Tienes que procurar que no quede demasiado gorda sino tarda en hacerse. Y tienes que procurar hacerla uniforme sino el centro queda menos hecho. Luego sencillamente es darle vuelta hasta que quede a tu gusto quedando el aspecto de una tortilla. Por último le echas diferentes salsas, en mi caso mayonesa y otra que no recuerdo si era soja o salsa barbacoa.


Y a pesar de su aspecto inicial al final estaba riquíiiisimo. Solo que quedé con ganas de volver para hacerla aun mejor que antes.

Con la barriga llena nos fuimos al parque de Shinjuku, un parque un tanto peculiar porque es privado, ergo tienes que pagar 3€ para entrar, las bebidas alcohólicas están prohibidas por lo que te registran bolsos y mochilas a la entrada, y a las 4 de la tarde el parque cerraba. El problema es que lo del horario ni los veteranos lo sabían y cuando llegamos nos encontramos una escena totalmente surrealista. Ya bastante antes de llegar al parque nos encontramos mucha gente yendo en dirección contraria a nosotros. Pero según nos acercábamos se llenó más y más y más de gente hasta tal punto que tenías que caminar por la carretera. Cuando llegamos había un guardia con un altavoz dirigiendo a la marea de gente y cuando nos vio tan decididos yendo en dirección contraria nos avisó de prohibido el paso.Estupefactos nos quedamos con aquella escena de gente gente y más gente y el guardia con el altavoz, que ya hasta llegamos a pensar que estaban desalojando el parque por alguna emergencia. Pero no, era que el parque cerraba sus puertas y todos se marchaban, y aquel parque podía albergar 5 estadios juntos, así que imaginaos. Pero volveríamos...

Así que como era pronto nos fuimos a un sitio que le tenía muchas ganas: Odaiba.

Odaiba es una isla artificial conectada a Tokyo por el puente arco-iris. Realmente no hay mucho que ver en la isla porque es más de ocio que de turismo pero tiene unas vistas a Tokyo impresionantes cuando anochece y el puente se ilumina. Una de las formas de ir a la isla es en monorail y tienen la curiosidad de estar automatizados por lo que al no ahber piloto te podías poner en el primer vagón al frente del todo y disfrutar de las vistas. La isla tiene, además, una estatua de la libertad a pequeño tamaño similar a la de París.








Pero la razón real por la que fuimos es porque yo necesitaba ver algo antes de irme de este mundo y que estaba en esa isla.




Pena que estuviese vallado. Más pena aun que se inaugarase la semana siguiente a irnos. Pero muuuuucha más pena aun que cuando llegué al hotel esa misma noche y me metí en internet vi que a las 2 horas de habernos marchado de la isla estuvieron haciendo pruebas de efectos con la estatua y el proyector

Finalmente ahí nos dividimos. Teníamos pensado marchar a un onsen típico después de Odaiba pero a algunos se les empezó a quitar las ganas y otros no teníamos pensado ir desde un principio y al ver un Toys 'r Us en la isla encontramos plan alternativo. Así que nos dividimos en dos grupos, unos para el onsen y otros al centro comercial.

Parece ser que el centro albergaba algún tipo de evento de Ultraman. Ya en la entrada nos encontramos con él.


He de decir que fue un poco decepción el Toys que vimos. Después de visitar tanta tienda llena hasta el techo de cosas lo que nos encontramos es un Toys típico de España. De hecho era prácticamente del mismo tamaño que el que tenemos en Asturias, que no es muy grande. Se nota mucho que los dueños son occidentales y que no toda la cadena de centros debe ser idéntica en cualquier parte del mundo. No había nada que te sorprendiese allí.

Sea como sea me llevé mis primeras compras importantes, los RG Strike Gundam y Skygrasper que ya iba con intención de comprarlos en Japón.

En cuanto a Transformers, pues nada, todas las novedades de TF Prime en una sección no más grande de lo que te puedas encontrar por aquí. Pero si no estaba el Bulkhead FE yo pasaba. La presentación es mucho más maja que la de Hasbro, eso sí.

Y de ahí merendamos en un Burger King a petición de un compañero que decía que cada vez que marchaba a otro país tenía que probar las hamburguesas de ese sitio. Yo probé la de merluza rebozada cosa que creo que aquí no se vende (aunque hacía siglos que había dejado de visitar hamburgueserías) y la verdad que estaba muy buena. Aunque no tan buena como una merluza rebozada hecha de tu mano

Ya en el hotel nos juntamos con el resto que nos comentaron sus experiencias en el onsen. Aquello era similar a los spas de aquí pero a su estilo tradicional. Lo que más me llamó la atención era una zona que tenías que pagar aparte donde metías los pies y montones de pececillos se comían tu piel muerta similares a los que llevan pegados los tiburones y ballenas.

Que  envidia me das,yo tambien quiero ir a Japon.